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miércoles, 18 de diciembre de 2013

Tora

Tora Taberna Japonesa

Después de un tiempo desaparecidos por fin ha llegado el momento de ¡Nuevo post! Hemos sacado nuestros culos de casa y esta vez los hemos llevado a un local que teníamos fichado desde que les vimos montándolo. Fue pasar por la puerta, ver el cartel y tener claro que íbamos a visitarlo en cuanto nuestras apretadas agendas nos lo permitieran.

Nuestro nuevo post trata de la taberna japonesa Tora. ¿Taberna japonesa? ¿Qué es? ¿Un bar fritanguero con decoración oriental? Para nada. De hecho, en Japón lo normal es encontrarte con Izakayas de este tipo o de los que sirven ramen y lo inusual es encontrar restaurantes exclusivos de Sushi como ocurre en Europa.

Local

Tora es un local pequeño y super acogedor regentado por un par de jovenes de "la terreta" que te reciben en la puerta con una gran sonrisa, te aconsejan los mejores platos, y que están pendientes de todo pese a tener el local a reventar. En la cocina dos o tres cocineros japoneses que con gran velocidad y pulcritud crean unos platos idénticos a los que pueden ser encontrados en el Japón más auténtico.

Entrada de Tora
Fotos de la puerta y del local, lo sentimos, no hicimos. Era de noche, hacia un frío de mil demonios y teníamos unas ganas locas de entrar así que la hemos cogido prestada de su página oficial. Todos los derechos reservados :P

Comida

La carta no es muy extensa, y eso es lo que permite servir platos sin demora de tiempo. Pero que sea breve no significa que no sea buena. Nosotros siempre lo decimos: la fórmula de un restaurante de éxito es centrarse en una lista muy concreta de platos, que estos sean variados y finalmente que estén bien ejecutados. Las dos primeras premisas vimos que se cumplen al observar la carta. La tercera la intuimos al echar un vistazo a las otras mesas, intuición que fue confirmada posteriormente por nuestros paladares.

Se puede oler desde aquí
Nos costo un poco decidirnos porque queríamos probarlo todo. Bueno, lo que no nos costó fue pedir las gyozas, ¡eso es sagrado! Síiiii, sabemos que es lo que vais a decir: "¡eso lo pedís en todos los posts y para una vez que vais a un sitio nuevo ¡pedid otra cosa!". Pues lo sentimos, las gyozas forman parte de nuestro equipo titular :)

Los productos son de buena calidad, se nota que eso es un factor in-negociable en este restaurante y que tienen el mercado de Ruzafa al lado de donde se abastecen de una buena parte de su materia prima.

Gyozas pollo

Pues que os vamos a decir, PER-FEC-TAS. Planas y crujientes por bajo, jugosas por arriba; relleno fantástico... se nos hace la boca agua solo de recordarlo. El plato ideal tanto para pedirlo como entrante como para tomarlo como tapa al ir de paso a tomar unas cañas ¡Para eso son también las tabernas!

A las ricas Gyozas

Atún fresco con aguacate y wasabi

El otro día, una célebre valensushiera nos invito a comer y quiso innovar con una receta de pescado marinado y aguacate para sorprendernos. La cosa acabó en un pequeño... ¿como llamarlo? dialogo de besugos para no discutir.

Con todo el cariño, le aconsejamos pruebe la de Tora y que intente imitarlo al máximo :) Creo que fue el plato más fácil de elegir, lo teníamos los dos claro nada más hojear la carta.

Atún y aguacate, la combinación perfecta

Se trata de un plato de atún y aguacate, todo ello troceado, cebollino, sésamo, wasabi y salsa de soja.
Buenísimo, eso si, recomendamos comerlo rápido, porque los ingredientes van absorbiendo salsa y por lo tanto sal.

Maki sushi salmon, lechuga y mango

¿Vamos a ir a un bar japonés y no pedir un poco de sushi? ¡Jamás! La carta te da a elegir entre un par y fuera de carta también tenían otro. Nosotros nos decantamos por la clásica y fresca combinación de salmón, mango y lechuga. Nunca falla, muy fresco y rico.

Makis de salmón y mango... ¿dónde están mis palillos?

Karaage: pollo macerado con sake y gengibre

Con este plato casi tenemos un incidente. Estaba tan bueno que estábamos tentados a romper la diplomacia de "dos piezas de similar tamaño por cabeza". Un pollo por fuera super crujiente (y nada aceitoso pese a estar frito) y por dentro en un punto exacto de cocción y sabrosísimo. Ya hemos empezado a maquinar cuando lo intentamos reproducir.

Pollo marinado y rebozado

Caballa macerada con sake y jengibre

Teníamos curiosidad por este plato porque la caballa es uno de los pescados que más cocinamos en casa y queríamos probar una nueva receta. Nos quedó pendiente muy a nuestro pesar porque se agotó. Lo dejamos para el final "por si nos quedábamos con hambre" y la liamos. ¿A quien queríamos engañar? ¡Si siempre tenemos hambre! No obstante, gracias a ello pudimos probar el deengaku.

Deengaku: Berenjena con queso, salsa de miso

Berenjena y queso, dos de nuestros productos favoritos, que si además están con una salsa buena buena y calentitos dan ganas de repetir.
Estos vienen acompañados de puerro salteado y semillas de amapola (si no nos falla la memoria)

Berenjenitas ricas

Helado de mandarina y Yukimi daifuku

Nada más llegar a la sección postres de la carta, a la coautora del blog se le metió entre ceja y ceja el  helado de mandarinas y eso que no es muy fan de los helados de cítricos. Al final casi se queda sin probarlo de lo que le gustó al otro elemento del blog. Un helado cremoso con trocitos de mandarina confitada, perfecto para terminar un gran menú.

También pedimos el Yukimi daifuku que es como un mochi con un relleno de helado de vainilla que está muy bien para redondear una gran comilona.

Dos postres mejor que uno

Valoración

Sinceramente no le vemos pegas a este local y sí muchas virtudes. Quizás puede haber gente, por ejemplo, muy fan del sushi que eche en falta más de donde elegir. Y quien dice sushi dice noodles o cualquier "especialización". Tora ofrece un par de platos de cada estilo muy bien hechos pero no 50. Quizás es la única "crítica" que se le puede hacer.

A nosotros nos gusta su estilo variado, así comes muchas cosas diferentes. Precios bastante correctos, cada plato ronda los 5 euros menos las de materia prima más cara como el atún. Servicio muy atento y simpático, de esos restaurantes a los que da gusto volver. ¡Y vaya si lo haremos!




martes, 4 de junio de 2013

Hokkaido

Hokkaido

El ir a un japo en París no es la compensación por la traición del Korean Sushi, el viaje estaba en agenda desde hacía tiempo, pero bueno... aceptamos el premio de mi nuevo descubrimiento. Digo “MI nuevo” porque creo que quedan pocos amigos, conocidos, vecinos y enemigos a los que Jordi no haya llevado al Hokkaido.

El ir tantas veces no son manías de ingeniero informático estilo Sheldon Cooper, su asistencia reiterativa se debe a la combinación de calidad y buen precio (o precio de risa comparado con el resto de locales de la capital gala).

Hokkaido

Local

El local es diminuto y está hasta los topes. Glamour lo que se dice glamour... no esperéis. No es que sea cutre, pero como la gente cuando va a París espera que sea todo bonito bonito y romántico hasta el coma hiperglucémico, pues se puede llevar un chasco.

La cocina está al aire, así que puedes ver todo el proceso de preparación de la comida. A mí eso de da horror en un principio. Ver como tienen la cocina y como cocinan hay veces que te tira para atrás. La culpa la tiene Chicote, que ves lo que saca en su programa y piensas, ¡tateeeee, yo de ahí no bebo ni agua embotellada! Por lo cual, he adquirido un ojo crítico que más de una vez me ha hecho salir por la puerta sin ver ni la carta. ¡ESTE NO ES EL CASO! Está todo como tiene que estar: limpio y ordenado.

La dueña nos recibe super simpática y le reclama a Jordi su falta de asistencia en los últimos meses (¡Bien! ¡Salgo con una especie de Melvin Udall pero simpático!).

¿Cómo medir la calidad de un local? Yo no solo me guío por la calidad de la comida, la limpieza del local y el servicio. A mí me gusta que los dueños sean cercanos, que coman lo mismo que me sirven y que tengan clientes fijos. La primera premisa se cumple nada más entramos (rapapolvo a Jordi por su ausencia) la segunda la vemos cuando al staff del restaurante le toca el turno de comer. Y la tercera... uno de nuestros vecinos de mesa resulta ser un español (también exiliado) que argumenta orgulloso ser cliente durante 20 años.

Comida

Como las cantidades son abundantes pedimos un menú y un plato de yakiudon para los dos. Los menús son a 11 euros y llevan 7 gyozas y un bol de ramen (hay varios entre los que elegir) o 5 gyozas y eliges entre chahan, yakisobachukadon y ramen más elaborado.

El resto de platos oscilan entre 8 y 14 euros. En la carta, fuera de menú, puedes encontrar platos típicos japoneses como katsudon, tonkatsu así como el citado y pedido yakiudon.

En el menú no entra la bebida, que está entre los 3 euros de una cerveza o refresco o los 0 euros del agua del grifo ¡Síiii! nota para viajeros: puedes pedir agua del grifo sin ningún problema en este y en cualquier otro local, así que se te puede quedar la cosa barata barata.

Gyozas

Para empezar nos sacaron las gyozas del menú, tostaditas y crujientes, gracias al paso por la sartén. Tenían un relleno fantástico de verduras y carne, sabroso y abundante (¡creo que las mejores que he probado hasta el momento!) e iban acompañadas con salsa de soja y aceite de sésamo. Lo del aceite de sésamo se lo preguntamos a la camarera porque todo era darle vueltas a la aceitera y no lográbamos saber qué era.

Gyozas

Chahan

El arroz chahan, el plato que entraba en el menú, no me convencía mucho. Para mí era como otro arroz tres delicias aburrido, pero luego me acabó gustando bastante (aunque no tanto como el yakiudon).

El chahan lleva: bacon, huevo, cebolla tierna, zanahoria, salsa de soja y un poquito de sake y pimienta entre otras cosas.

Las verduras en su punto (cabe decir que a mí me gustan crujientillas, supongo que mi madre me insistió demasiado con el rollo de las vitaminas cuando era pequeña ;P) y el arroz suelto. Todo en su justa medida. El resultado... tan bueno que te da pena dejarte un grano de arroz en el plato.

Chahan

Quien dice plato dice platerón, porque con la cantidad que ponen pueden comer dos personas perfectamente o comes lo que puedes y te llevas lo que sobra a casa para cenar, como hizo nuestro compañero de mesa que se fue con su señor tupper mas contento que contento.

Yakiudon

El otro plato que elegimos era el yakiudon, unos noodles que me dejaron sin habla. (hasta que no terminé mi parte no le dirigí la palabra a mi acompañante). Llevaba tiempo queriendo comer noodles así, ya que normalmente suelen servir los modelo tallarín plano, como en el yakisoba. Con un grosor como mi dedo meñique (casi 1 cm de diámetro) y acompañados de carne, cebolla, brotes de soja, zanahoria... me volvieron egoísta y no volví a compartir plato hasta que no quedé apunto de explotar.

Yakiudon

Conclusión

No fue una comida con muchos platos para comentar como hemos hecho en otros posts, pero en ocasiones lo breve si es bueno... dos veces bueno ¡y en este caso es buenísimo!

Lo bueno que tiene este local, al igual que la mayoría de los establecimientos donde sirven comidas en el extranjero, es que puedes consumir a cualquier hora. Lo mismo da que sean las 4 de la tarde, ellos te van a atender igual. Esto es algo que echo de menos en España, aquí te dicen que la cocina esta cerrada  o que te esperes a que sea la hora de servir y se quedan mas anchos que largos. ¡Y señor@s! ¡Así no se hace negocio!

Staff Hokkaido

Cuando estábamos terminando de comer, ellos se dispusieron a descansar un poco y comer en la mesa de al lado y, mientras tanto, entró al local otra pareja que fue atendida sin ningún problema. Esta es otra de las cosas que a mí me hacen volver a los sitios. Lástima que pille a tantos kilómetros :(


Valoración

Creo que ya queda poco que decir, si la gente es capaz de ir tantas veces al mismo sitio durante años y al menos una vez a la semana, la valoración mejor no puede ser.

Puntos positivos

  • Ingredientes frescos y buenos. Todo realizado en el momento lo que da mayor calidad a los platos.
  • Precio asequible e increíble para una ciudad tan cara como París. Un menú por 11 euros con el que sales rodando por lo copioso del los platos. Retamos desde aquí a que alguien encuentre uno más barato.
  • Servicio agradable, servicial, atento y te sirven a cualquier hora sin ningún problema.
  • Carta con diversidad de platos, aparecen los ingredientes correspondientes explicados así que es fácil elegir. No hay sushi, así que no vayáis con esa idea.

Puntos negativos

  • Tener que coger un avión para ir a disfrutar de este restaurante no resulta muy económico pero es una recomendación para un futuro viaje.
  • A veces el local está a parir. Si vas con mucha gente (a la española con 5, 6 o más personas para comer) igual tienes problemas para encontrar un sitio. Solución: comer más tarde, a la española también.
  • Seguramente compartirás mesa codo con codo con alguien. Esto es muy típico de los restaurantes en París. Il faut juste s'habituer!


Truco parisino final

Si después de comer en Hokkaido os apetece un café, al girar la esquina se encuentra Cafés San José. Es un local pequeño, íntimo, con una gran selección de cafés e infusiones y con un precio imbatible (1 euro el expresso).

Y nada mejor para terminar con semejante comilona que un buen paseo disfrutando de la ciudad y por qué no, una siesta con vistas.